Desde el corazón de la selva amazónica llega esta espora de hongo única. En la naturaleza, la cepa amazónica es conocida por ser extremadamente grande, con tallos masivos que producen hongos muy gruesos y carnosos, algunos de más de un pie de altura. Bajo el microscopio, las estructuras celulares de esta cepa cobran vida, revelando esporas que van de un púrpura profundo a un negro puro, en formas tan exóticas como las del Amazonas.
Las esporas de hongos no están destinadas al consumo humano.